Si no se ratifica TMEC en 2019, los trabajadores mexicanos serán los más beneficiados

El debate político en Estados Unidos sobre el proceso de impeachment en contra de Trump, ha generado señales encontradas sobre la probabilidad de que el...

11 de octubre, 2019

El debate político en Estados Unidos sobre el proceso de impeachment en contra de Trump, ha generado señales encontradas sobre la probabilidad de que el TMEC sea ratificado por el Congreso estadounidense antes de que termine este año.

Hasta apenas la semana pasada se creía que el proceso de impeachment contra Trump, monopolizaría la atención del Congreso estadounidense, lo que impediría la discusión de iniciativas no prioritarias para la operación de Estados Unidos, entre ellas incluida la ratificación del T-MEC, lo que sumado al proceso electoral que se vivirá en dicho país el próximo año, postergaba la discusión del T-MEC hasta el 2021.

Pero de la misma manera en que el proceso de impeachment ha atrapado la atención del Congreso de Estados Unidos, también ha modificado el panorama electoral y las prioridades de los dos partidos políticos, pues ahora que la destitución del presidente es una posibilidad real, los demócratas requieren crear una percepción constructiva hacia sus posibles electores, y la ratificación del TMEC es ahora una herramienta para demostrar que son capaces de ver por los intereses generales de su país, ya que le darían certidumbre a la relación comercial con sus dos principales aliados, justo cuando su país se encuentra en medio de una guerra comercial con China.

El pasado lunes la Cámara de Comercio de Estados Unidos, le pidió al Congreso de su país ratificar el tratado de libre comercio antes del día de Acción de Gracias, al mismo tiempo que la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, afirmó que se encuentran en un camino hacia el sí, haciendo referencia a la ratificación del tratado.

Pero los congresistas demócratas siguen condicionando la aprobación del tratado, a que  México demuestre que cuenta con los recursos, la infraestructura y la voluntad política para cumplir con la implementación de la reforma laboral, esto no solo como resultado de su aposición con el presidente Trump, sino que el bienestar de las condiciones laborales de los trabajadores estadounidenses forman parte de los principios de dicho partido, en gran parte por su relación con los  grandes sindicatos de su país.

Aunque es un tema que suele omitirse en México, la aprobación del tratado de libre comercio original de 1994, deterioró las condiciones laborales en los tres países, pues este incluía como anexo un compromiso por parte de México para implementar una serie de reformas en materia laboral para asimilar las leyes mexicanas  con las de Estados Unidos y Canadá, lo cual fue incumplido por parte de México, debido a que este compromiso no era vinculante a la validez del tratado, hecho que fue corregido en la negociación del nuevo acuerdo ya que ahora es un apartado dentro del TMEC.

Debido al incumplimiento de México en la mejora de sus condiciones laborales, provocó que los sueldos de los trabajadores mexicanos se mantuvieran bajos, propiciando que muchas fábricas fueran reubicadas de Estados Unidos y Canadá hacia México buscando menores costos de producción, lo que a su vez también afectó las condiciones laborales en México, porque así como dichas fábricas llegaron a nuestro país, igualmente podrían irse a algún otro donde les ofrezcan menores costos de producción, lo cual incentivó aún más a que las condiciones laborales en México no mejoraran. 

Por ese motivo la mayoría de los congresistas demócratas, no confían en el gobierno mexicano y su disposición por cumplir con lo acordado y aplicar la reforma laboral, por ello han condicionado la aprobación del tratado, a que México demuestre que puede implementar la reforma laboral, para ello el Congreso envió una comisión para supervisar la implementación de la reforma y que los recursos destinados a la creación de los centros de conciliación y tribunales laborales, sean suficientes.

Tal como lo indica el título de esta publicación, lo mejor que puede pasar es que el TMEC no se ratifique este año, para que así el gobierno mexicano cumpla con la implementación de la reforma laboral, debido a que persistirá la presión por parte de Estados Unidos, ya que seguirá siendo una condicionante para la ratificación, y no se repita la historia tal como sucedió con el TLC original, ya que al igual que en 1994, el gobierno mexicano se comprometió a implementar la reforma pero no presupuestó los recursos suficientes para construir y operar los centros de conciliación y tribunales laborales en el 2020. Por lo tanto, si el tratado continúa sin aprobarse el próximo año, el TLC original continuará vigente lo que garantiza la relación comercial con Norteamérica, pero el gobierno federal se verá forzado a destinar los recursos necesarios, para efectivamente aplicar la reforma laboral y causar una mejora real en las condiciones laborales de los trabajadores mexicanos.

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