Mismos problemas, nuevas soluciones

A pesar de que está en el interés de la población en general que las prisiones mexicanas reinserten a los delincuentes a la sociedad, al… A pesar de que está en el interés de la población en...

26 de mayo, 2015

A pesar de que está en el interés de la población en general que las prisiones mexicanas reinserten a los delincuentes a la sociedad, al…

A pesar de que está en el interés de la población en general que las prisiones mexicanas reinserten a los delincuentes a la sociedad, al momento de hablar de recursos destinados a esta tarea, muchos no están de acuerdo en invertir más en quienes purgan una condena. Frente a esta problemática, los Bonos de Impacto Social (BIS) representan una solución innovadora para financiar, tanto programas de prevención terciaria, como de otros ámbitos.

¿Qué son los bonos de impacto social y cómo funcionan?

Los bonos de impacto social[1] son contratos de colaboración público-privada (por lo general involucran a un gobierno, inversionistas y organizaciones o empresas que proveen algún servicio social). A pesar de que no existe un modelo único de funcionamiento de estos bonos, la relación entre estos actores generalmente se da de la siguiente manera:

  • Los gobiernos identifican los problemas sociales más urgentes y establecen un contrato con un organismo que fungirá como intermediario.
  • El contrato establece los detalles de la inversión, los objetivos del programa social, los indicadores y los montos que otorgará el gobierno, entre otros.
  • El intermediario se encarga de buscar inversionistas que aporten recursos para llevar a cabo un programa.
  • Organizaciones o empresas sociales que cuentan con experiencia en el problema que se atenderá o que son parte de un programa exitoso, reciben el financiamiento otorgado por los inversionistas para llevar a cabo el programa.
  • Un evaluador externo valora el cumplimiento de los objetivos del programa y resuelve las disputas que surjan.
  • Si los objetivos se cumplen, los inversionistas reciben del gobierno los pagos acordados en el contrato (la inversión inicial más un rendimiento).[2]

La estructura puede resultar compleja, pero los BIS tienen beneficios como:

  • Los gobiernos transfieren los riesgos de éxito del programa a los inversionistas, ya que el pago está condicionado al cumplimiento de objetivos preestablecidos.
  • Favorece que el diseño de los proyectos se haga en base a resultados, pues los gobiernos pagan por los resultados, no por las actividades o productos.
  • Aun cuando el gobierno deba reembolsar y pagar a los inversionistas, el éxito del programa le permitirá ahorrar los costos en los que incurriría a largo plazo de no haber afrontado el problema.
  • Los programas incorporan capital y conocimiento técnico del sector privado.
  • Los inversionistas pueden obtener retorno de sus inversiones a la par de contribuir a un bien público.[3]

Una idea innovadora para las prisiones

El primer Bono de Impacto Social fue lanzado en la prisión de Peterborough en el Reino Unido en el año 2010, justamente con el objetivo de prevenir la reincidencia delictiva de quienes son liberados:

Fuente: Elaboración propia en base a http://data.gov.uk/sib_knowledge_box/ministry-justice-offenders-released-peterborough-prison

El proyecto resulta rentable, dado que, en caso de cumplirse el objetivo, el pago que el gobierno realizaría a los inversionistas sería menor al costo que conlleva mantener a un individuo en la cárcel (£40,000 de inicio + £40,000 cada año en prisión). QinetiQ y la Universidad de Leicester han fungido como evaluadores externos del programa, y han encontrado que, aun cuando la reincidencia se ha reducido en 8.4% en la primera fase, no es suficiente para pagar a los inversionistas. Sin embargo, el programa termina hasta 2016, por lo cual es posible que sea exitoso.[4]

Un modelo replicable

Proyectos similares se han implementado en prisiones de Nueva York y Massachusetts, también orientados a disminuir la reincidencia, con la participación de donatarias como Bloomberg y Rockefeller foundation.

Los BIS también se han replicado en otro tipo de programas orientados a la juventud en desventaja, desarrollo infantil, personas sin hogar y desempleo de migrantes, principalmente en Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Israel, Canadá, Holanda, Bélgica y Alemania.[5]

Incluso, existe una adaptación para países menos desarrollados, los Bonos de Impacto en el Desarrollo, cuya diferencia radica en que no sólo los gobiernos pueden realizar pagos por los resultados a los inversionistas, sino también otros donantes (agencias de desarrollo, organismos internacionales, otros gobiernos, etc.).[6]

Y en México… ¿cuándo?

Todavía no se desarrollan programas bajo el modelo de Bono de Impacto Social, pero existen dos proyectos con características similares, desarrollados por Instiglio, y que podrían sentar las bases para que dicho esquema se implemente en México. A diferencia de un BIS, estos proyectos no contemplan la figura del inversionista privado.

  • El DIF de Chiapas ha acordado pagar a Escalera, una ONG de educación de alto rendimiento, un monto por cada año adicional de matrícula por estudiante apoyado de preparatoria. Esto debido a que en México, cada año de educación adicional incrementa el ingreso del estudiante en 12% durante el resto de su vida.[7]
  • En otro proyecto que se encuentra en etapa de diseño, el IMSS pagará a proveedores de servicios de salud (ganadores de la licitación) según la calidad del cuidado de pacientes de Diabetes tipo 2, medido a través de indicadores relacionados al progreso de éstos. Esto evitará a las familias y al gobierno incurrir en los altos costos que conlleva dicha enfermedad a largo plazo.[8]

Conclusiones

Las restricciones presupuestarias impulsan ideas innovadoras, como los Bonos de Impacto Social, para tratar los problemas que aquejan a la sociedad. Éstos esquemas no sólo reducen los gastos del gobierno, sino que pueden ser más exitosos en lograr sus objetivos, al incorporar prácticas de gestión del sector privado, la experiencia de organizaciones que trabajan en el campo al que se dirige el proyecto y un enfoque basado en los resultados, no en las actividades.

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[1] En inglés también son conocidos como pay-for-success bonds.

[2] http://harvardmagazine.com/2013/07/social-impact-bonds

[3] http://www.ampres.com.mx/pdf_2014/07Bonosdeimpactosocial_AlbertoBucardo.pdf

[4] http://www.thirdsector.co.uk/peterborough-prison-social-impact-bond-pilot-fails-hit-target-trigger-repayments/finance/article/1307031

[5]https://onedrive.live.com/view.aspx?cid=967a27dc69da2df3&id=documents&resid=967A27DC69DA2DF3%21113&app=Excel&authkey=!AJVm2icsMVwlb6o& y http://data.gov.uk/sib_knowledge_box/map

[6] http://www.cgdev.org/sites/default/files/Development%20Impact%20Bonds%20Briefing%20Note_Apr2014_Spanish.pdf

[7] http://www.instiglio.org/es/juventud-en-mexico/

[8] http://www.instiglio.org/es/diabetes-en-mexico/

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