Leer, también es un arte

Lo siguiente, es un tema que quizá resulte más local que cualquier otro que habla de Tijuana. Lo siguiente, es un tema que quizá resulte más local que cualquier otro que habla de Tijuana. Sin embargo, me...

24 de febrero, 2017

RHT

Lo siguiente, es un tema que quizá resulte más local que cualquier otro que habla de Tijuana.

Lo siguiente, es un tema que quizá resulte más local que cualquier otro que habla de Tijuana. Sin embargo, me parece importante por el hecho de que la comunicación de frente e individual, resultó mucho más benéfica que una manifestación en multitud, más efectiva que las marchas de gritos y de uniones temporales. Mucho más positiva y seria que la sola acumulación de “likes”, “shares” y muestras de apoyo virtual. Enfrentar los desacuerdos por medio de la palabra escrita y la comunicación acertada, logra empujar esa puerta que parece cerrarse.

La nota del sábado 18, en Facebook “Atención, Cultura en Playas” y la del martes 21, en ruizhealytimes.com “¿Y la cultura, Apá?” del martes 21, no gustó a muchos. Y sucedió porque, leer también es un arte. La palabra escrita tiene su función y si no se sabe leer, es difícil que se entienda el contexto y se comprenda la intención. Quien no sabe leer, se confunde, se enoja y se altera. Escuchar, es igualmente un arte y la sana confrontación lo adorna.

Fecha pendiente y pagué mi visita al coordinador Rodolfo Álvarez en Casa de Cultura Playas. De inicio, fue una confrontación del texto publicado. Que sí, que no, que sí, que no. Así sucede cuando no se sabe leer el contexto y solo resalta lo que no gusta, casi normal en casi toda la gente. Rodolfo, fue amable, en exceso y esto también es normal en las personas que tienen que proyectar amabilidad. Le dije que la mía, había sido una nota bastante sutil en comparación con todo lo que había escuchado de él.

Conforme avanzó el tiempo, la situación se tornó en una plática con explicaciones de lo que hará, cómo lo hará y por qué. Ya tiene respuestas. No me mostró un plan de trabajo en orden aun, tiene una lista de pendientes que tienen que ver con el mantenimiento del espacio cultural, con la revisión de los faltantes y planes de eventos culturales de varias disciplinas y una agenda llena de citas con personas que han solicitado audiencia.

Tengo que apuntar, y se lo dije a Rodolfo, el hecho de que su persona y su lenguaje seguían sin gustarme, que se parece al lenguaje que he escuchado de muchos funcionarios y políticos. Dijo que tiene muchos años trabajando y “lidiando” con políticos, “con razón hablas como ellos” -dije.

Me invitó a hacer un recorrido por las áreas, nada nuevo para mí que conozco los rincones, sin embargo, recorrimos espacios y habló del descuido en el que se encuentra el recinto. Por supuesto, eso no es ni novedad ni gran descubrimiento, eso empezó a decaer desde que dejó de importarle a IMAC, aun cuando los empleados y encargados de Casa de Cultura Playas siempre han hecho lo humanamente posible por conservarlo de pie.

Todos los que llegan ven lo mismo -le dije- muestra de que no les ha importado desde arriba y claro, como es un lugar viejo y lejano de la dirección, tres gotas de lluvia hacen estragos y parece que no se ha mantenido desde su construcción.

Mencionó Rodolfo, en varias ocasiones que: “los de antes” “es que fulano y fulana” “es que los otros” “las otras administraciones”. Sin poder resistir una repetición más, le dije que necesitaba dejar de hablar de los otros, de los de antes. Apréndete esto de memoria Rodolfo -advertí- “En la función pública, quien habla de los otros, es un político obsoleto y la persona que culpa a otros es una persona mediocre” “Enfócate en lo de hoy y avanza, de otra forma se te va ir el tiempo en culpar a otros y justificarte tú”

Entre otras cosas, me dijo que está dispuesto a conocer a la comunidad y a escuchar opiniones y propuestas. Y aclaró con seguridad, que él no va a despedir a ninguno de los empleados que laboran ahí ahora.

Le dije que escribiría lo acontecido porque, por ejemplo, cuando empiezo un dibujo, aunque esté muy feo me debo la obligación de terminarlo. Así que, por mi parte, ya hice la chamba que me corresponde como ciudadana y cada uno, si quiere y le interesa, haga la suya. Las manifestaciones en montón, está visto, no funcionan porque los responsables de escuchar, cierran la puerta y no pasa nada.

Yo dejo en la mesa, por lo pronto, el beneficio de la duda y el voto de confianza, de todas formas, si las cosas no le funcionan, no deshacen mi vida ni dependo de la Casa de la Cultura para seguir andando. Amablemente me despedí de Rodolfo y agendamos una cita para la semana próxima, y sí, diplomáticamente acepté porque, como dije desde un principio, no se trata de andar echando pleito a diestra y siniestra. Se trata de saber leer, comprender, hablar y escuchar y eso fue lo que pasó.

Los tiempos en las calles de Tijuana no están para seguir ignorando la educación cultural, me interesa mucho que la cultura se mueva, para beneficio de todos. En algo aliviará la situación de zozobra que se vive. Por esto, me queda pendiente visitar a la Directora del Instituto Municipal de Arte y Cultura, IMAC, Haydé Zavala, tengo muchas preguntas para ella, solo que, como está siempre tan ocupada, hoy, otra vez no la encontré en su oficina, al menos me dijeron que no estaba y tampoco sabían a qué hora llegaba. Me pidieron mi número de teléfono, que para que se comunicara conmigo y concertara una cita. Por supuesto que, ni espero la llamada, ni estoy a disposición de ella para cuando salga de sus reuniones. Ya veremos.

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