La historia de la Dirección General de Juegos y Sorteos de Gobernación

10 de septiembre, 2020

Enrique Rodríguez-Cano Ruiz

Desde que la Unión Mexicana de Propietarios de Caballos de Competencia, A.C., en 2012, me contrató como su apoderado para representarlos ante diversas autoridades y otras organizaciones —hasta el H. Congreso de la Unión fuimos a dar, para promover una nueva Ley Federal de Juegos—, hemos tratado con más de ocho directores de la Dirección General de Juegos y Sorteos, de la Secretaría de Gobernación y que es la máxima autoridad en esa materia. Ninguno de ellos tenía conocimiento de qué se trataba; algunos fueron aprendiendo, aunque generalmente eran cooptados por la contraparte: los permisionarios. En nuestro caso, por la empresa permisionaria del Hipódromo de las Américas: Administradora Mexicana de Hipódromo (AMH), ahora, organizada por la sospechosa empresa española “Codere” a la cual, si le rascamos, no cumple con las condiciones estipuladas en su permiso y en todas las modificaciones que han logrado. Por ese solo hecho la revocación del mismo puede solicitarse.

Debo relatar que mucho antes, también tuve tratos con algún personal de esa Dirección, cuando fui asesor de la empresa que ganó la licitación del Hipódromo en 1996 y para la mala suerte de la Hípica Mexicana, el socio mexicano se echó para atrás y así, se le otorgó el permiso indebidamente a la actual permisionaria: CIE de Alejandro Soberón Kuri, audaz empresario.

En ese entonces se rumoraba que la Dirección de Juegos y Sorteos era la “caja chica” del secretario de Gobernación en turno, pues hay dinero de por medio y la discrecionalidad en la aplicación de la Ley es así: a su conveniencia. Un medio excelente para hacer negocios chuecos.

Solo por dar un ejemplo, es el caso de Cayetano Cacho Silva, penúltimo director del sexenio Peñista quién otorgó una extensión de su permiso a la actual permisionaria, solo por 15 años, cuando no ha cumplido con el objeto del mismo y también, autorizó otros permisos a Grupo Azteca y ante la evidente corrupción y el temor de ir a la cárcel renunció. (La historia se puede leer en este link).

Ahora, con las recientes noticias que dio a conocer el brillante periodista Mario Maldonado, en su columna de El Universal, al parecer, el botín era para el subsecretario, Ricardo Peralta Saucedo —al que ahora se le ve pegado con el diputado Mario Delgado que quiere ser el dirigente de MORENA— y quien, en combinación con su súbdito, Luis Calvo Reyes, otorgaron permisos sin darle conocimiento a doña Olga Sánchez Cordero. Probablemente fue por eso por lo que se generó el escándalo y a Calvo Reyes lo sacaron con policías. Se reporta que sus oficinas quedaron bajo resguardo y en investigación, pues siempre se aseguró que este sexenio no se iban a otorgar nuevos permisos de juego y la principal bandera del gobierno de la Cuarta Transformación es la lucha contra la corrupción.

Es probable que también haya influido en la remoción de Calvo la petición que le hicimos a doña Olga Sánchez Cordero, el 28 de agosto, (que se puede leer aquí) ante la negativa tajante de parte del exdirector Calvo Reyes de atendernos, como era su obligación; claro, estaba ocupado sirviéndose con la cuchara grande.

Miguel Ángel Espinoza

La Industria Hípica de carreras de caballos —sobre todo del caballo Pura Sangre— merece la atención de la autoridad responsable, y como se puede leer en nuestra petición, le estamos proponiendo crear una política pública para la regulación y el desarrollo acelerado de las carreras de caballos en todo el país y para lo cual se necesitan muchas cosas. Primero se necesita interés de su parte, que hasta el momento no han tenido las autoridades. La impunidad, el influyentismo y la corrupción se han impuesto con el grave deterioro de esta actividad y la consecuente falta de creación de empleos que tanto urge en este país.

Ahora vendrá a ocupar su puesto Alma Itzel de Lira Castillo, cuyo perfil se puede leer aquí, la cual seguramente va hacer un buen papel por su aparente cercanía con doña Olga.

Al presidente Andrés Manuel López Obrador y a su secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, le vamos a tener que regalar una buena escoba y un recogedor para que sigan barriendo la corrupción que existe en este gobierno, sobre todo en la malograda Industria Hípica y del incumplimiento del permiso que goza AMH-Codere que ha destruido la hípica mexicana del caballo Pura Sangre. Todo el gremio hípico se lo vamos a exigir.

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