No deberíamos estar buscando héroes, deberíamos estar buscando ideas

“Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje”. -Aldous Huxley “Quien controla los medios de comunicación controla las mentes”. -Jim Morrison En este momento, parece...

21 de septiembre, 2020

Maria Amparo Corta

“Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje”.

-Aldous Huxley

“Quien controla los medios de comunicación controla las mentes”.

-Jim Morrison

En este momento, parece que solo un héroe puede salvarnos, el destino aparentemente alcanzó a la humanidad, estamos en el peor momento de su historia. El futuro se ve amenazado por una interminable pandemia, la peor crisis económica en décadas, el cambio climático, la sobrepoblación, la amenaza de una guerra nuclear, y el creciente autoritarismo. Al ocuparnos de éste último, no podemos desligarlo de un populismo en boga resultado de las desigualdades económicas y la exacerbación del nacionalismo.

“Si tratar de favorecer a los débiles es ser populista, pues soy populista” (José Alberto ‘Pepe’ Mujica). Esta frase refleja la premisa fundamental del populismo: pueblo bueno, explotado y desencantado de los políticos tradicionales, por sentido común sabe lo que se debe hacer y solo necesita de un partido, movimiento y especialmente de un líder carismático pero sobretodo ‘honrado’ que materialice esa visión de la gente más allá de los límites institucionales.

Según la Real Academia Española ‘populismo’ es un término despectivo que define a una tendencia política que pretende atraerse a clases populares. ¿Es tan sólo una tendencia o es algo más? ¿Por qué a algunos les da esperanza y a otros miedo de que provoque el fin de la democracia y el libre mercado?

Recuerdo que hace años, conduciendo por la costera de Acapulco, en la radio se escuchaba al presidente en turno Vicente Fox que exclamó ¡Yo acabaré con la pobreza!- mi hijo de apenas 7 años, francamente asustado, me preguntó ¿Mamá que Fox va a matar a todos los pobres? yo, sin saber que contestarle, le dije -’No te preocupes, así hablan los políticos’…el me preguntó -¿Entonces los políticos son unos mentirosos? y le dije, ’Si, la mayoría’.

Es un hecho, muchos políticos mienten. Pero ¿qué caracteriza al discurso populista? “Divide y vencerás”…el populista polariza, utiliza como principal herramienta el discurso demagógico para manipular las emociones y sobretodo los resentimientos; señala a un culpable para erigirse como el héroe que salvará al pueblo olvidado y explotado, dice lo que la gente desea escuchar, promete resultados poco viables con soluciones simplistas y siempre busca un enemigo para responsabilizarlo de la deficiente distribución de la riqueza, de la inmigración masiva, de la corrupción, de la violencia, de la falta de empleo, de acceso a la educación y a los servicios de salud.

El populismo domina el debate político y ha despertado el interés de politólogos, sociólogos, filósofos, economistas y periodistas, al ser un fenómeno desestabilizador que se presenta en numerosos países en todo el mundo.

En Europa y EEUU, el populismo fue provocado por el nacionalismo contra una inmigración masiva, la inequidad económica, la liberalización cultural y a la injerencia de organismos internacionales o países competidores. En Latinoamérica, el populismo se deriva del hartazgo causado por el elitismo económico y político, la corrupción, la lucha de clases y la desconfianza en los líderes de las instituciones democráticas.

El escándalo al descubrirse que Cambridge Analytica utilizó datos personales de millones de usuarios de Facebook para su microtargeting, nos muestra la importancia de las nuevas tecnologías en cuanto a la comunicación directa con el votante.

No podemos olvidar que la popularización de las redes sociales que monopolizan el tiempo y el pensamiento masivos, ha sido primordial en la difusión de los mensajes incendiarios populistas entre aquellos más susceptibles de la influencia de sus políticas y han facilitado su crecimiento.

El uso de granjas de bots, permite la descalificación y el ataque verbal deshinibidos gracias al anonimato que elimina la necesidad de consenso, se simplifica una realidad compleja. Un ‘me gusta’ o ‘no me gusta’ bastan para reafirmar las creencias, se usan frases cortas contundentes, y ‘memes’ que se puedan devorar y compartir. Si a esto agregamos las campañas de marketing hipersegmentado podemos considerar que estos medios son mucho más efectivos que los tradicionales.

El populismo del SXXI, crea regímenes autoritarios mediante el voto, en general para elegir a un partido o un líder carismático de actitudes mesiánicas, que muchas veces buscan eternizarse en el poder.

Tanto la derecha como la izquierda como las conocemos, han demostrado que no son alternativas que produzcan un beneficio generalizado. Parece que en este momento, las consecuencias de las expectativas no cumplidas por el libre mercado y la globalización, están haciendo tambalear a la democracia. Probablemente, la única alternativa sea una renovación de la concepción y práctica de políticas y modelos económicos que olvidan a gran parte de la población; procurar un reparto equitativo, que no permita que la mayor parte de la riqueza se concentre en unas pocas manos, mientras la mayoría vive en pobreza o miseria, y que deteriora a la clase media, aún más ahora a consecuencia de la pandemia.

El populismo (aun con sus características negativas) parece que al menos a corto plazo llegó para quedarse mientras se desarrolla un modelo económico, político y social en este momento tan difícil para la humanidad…Y si no, al tiempo.

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