Denuncias Ciudadanas y los Mexican Papers

La simulación —que pulula en nuestro país— trae impunidad; ésta genera corrupción y viceversa. La simulación —que pulula en nuestro país— trae impunidad; ésta genera corrupción y viceversa. En una sociedad democrática una de las principales funciones...

6 de abril, 2016

RHT

La simulación —que pulula en nuestro país— trae impunidad; ésta genera corrupción y viceversa.

La simulación —que pulula en nuestro país— trae impunidad; ésta genera corrupción y viceversa.

En una sociedad democrática una de las principales funciones del periodismo es mantenerla bien informada, lo que quiere decir, enterarla verazmente para que la comunidad pueda formarse una opinión clara sobre un asunto particular. Estamos hablando de ofrecer en la información publicada un alto grado de objetividad lo cual es difícil de alcanzar.

Las denuncias hechas a través de algunos medios de información —a menudo de forma particular por valientes periodistas, opinadores y columnistas— me pregunto ¿realmente sirven de algo? O sólo sirven para "alborotar más el gallinero" y/o para que el denunciante negocie, de algún modo, para su beneficio. Así, se sabe de periodistas que acumularon fortunas personales importantes. Por años, así funcionó el sistema —chayotero—lo que significa "me callo y no te pego" o "te doy y no me pegues". Ignoro sí subsiste. Supongo que sí, para no caer en eso de la ingenuidad. No conozco sí exista un "índice del chayote" —como existe para medir la pobreza o la corrupción, pues la medida nos diría mucho de lo que sucede en nuestra sociedad.

En los medios tradicionales —radio, televisión y medios impresos— cada día se revela que existe mucha inconformidad, lo que se traduce en serias imputaciones hechas principalmente en contra de los gobernantes, sea del ámbito municipal, estatal o federal. Y el Congreso de la Unión impávido, parece que sólo obedece a sus propios intereses, es decir a la protección a los partidos políticos del que provienen y no legisla el Sistema Nacional Anticorrupción, que debió ser una iniciativa preferente del Presidente de la República. Mala señal.

Así, en los "medios" se hacen y difunden fuertes comentarios. Desde serias acusaciones de corrupto al gobernador Javier Duarte de Veracruz insinuadas por el candidato de su propio partido político, Héctor Yunes. Esperemos que acabando el proceso electoral no venga el sepulcral silencio de tanta acusación, como ha sido el caso del ex gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, que a la fecha no ha pasado nada. Este es el país del "no pasa nada".

Ahora surge el escándalo de los Panama Papers, producto de una investigación hecha por una red internacional de periodistas que ya cobró sus primeros frutos. Dos renuncias: en Chile y en Islandia (su primer ministro se quedó frío, lo cual no debe ser difícil en esos parajes).

En la sucursal de la investigación mundial —Mexican Papers— puede hacer chuza, pues se mencionaron algunos magnates que pudieran estar implicados en esa práctica deshonesta. Cuando menos el contratista favorito del gobierno actual, el magnánimo señor Juan Armando Hinojosa Cantú no debe estar durmiendo muy bien. Tiene a su favor que la "justicia" es endeble —extraña— en el nuestro país, aunque el SAT, comandado por Aristóteles Núñez Sánchez dice que "allí les voy". Va a investigar. ¿Lo dejará su jefe, el señor Secretario de Hacienda don Videgaray?

^{Juan Armando Hinojosa Cantú observado al parecer por Aristóteles Núñez}

Así, es necesario que El periodismo de investigación se practique más en nuestro país, que no debe detenerse hasta tener una denuncia judicial formal y sólo así —cerrando el ciclo— se va a acabar con tanta impunidad.

A medida que avanza la tecnología —y no tengo suficiente imaginación para saber hasta dónde va llegar— las redes sociales y los portales de noticias han contribuido para señalar denuncias, abusos, actos de corrupción y lo que le sigue, pero todo esto sigue siendo pura información pues hay pocas denuncias reales y el sistema judicial tarda en procesar. Una denuncia que presentamos en un Tribunal Federal a mediados de febrero, hasta ahora la admitieron, es decir, avanza a paso de tortuga.

Así, los portales diseñados para tal fin, como son Méxicoleaks contribuyen a ello. Y las organizaciones de la sociedad civil contribuyen y ejercen, aparentemente cierta influencia, con propuestas y denuncias. Imco, Transparencia Mexicana, Mexicanos Primero (que ha hecho denuncias judiciales importantes), México Evalúa, Causa en Común, Rendición de Cuentas, son algunas "ORG" que caminan muy bien.

Existen otras plataformas como Change en donde "gente de todo el mundo inicia campañas (de denuncia), moviliza a otros ciudadanos y colabora con responsables de tomar decisiones, para generar soluciones". Es impresionante su alcance pero en nuestro país solo algunos logros efectivos ha tenido. En otros países es distinto.

Todo ello está muy bien, qué duda cabe, pero el hecho es que mientras no haya una denuncia formal de alguna de esas investigaciones, hecha a través del sistema judicial, no hay efecto alguno. Las investigaciones y reportajes periodísticos quedan solo en información que pudiera ser hasta contraproducente. He escuchado decir que la denuncia de Aristegui y sus sabuesos, en relación a la investigación que hicieron del asunto de la "Casa Blanca" causó más daño para el país que bien, pues lo ganado por el gobierno de Enrique Peña Nieto hasta ese momento —iba bien— se derrumbó. Es cierto, pero entonces habrá que saber qué se quiere. Periodismo de investigación o simulación.

Es por ello que en el Sistema Nacional Anticorrupción —que urge crear— deberá ser impecable para acabar con el principal cáncer de esta sociedad y que tanta investigación se pueda denunciar legalmente ante un Tribunal establecido pero sobre todo confiable. Que los mexicanos sepamos que si hay razón se juzgue de forma imparcial.

Buena meta sería acabar con la simulación —que pulula en nuestro país— pues trae impunidad y está genera corrupción y viceversa. ¿Se podrá…? Amanecí amargo. Lo dudo.

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