Creencias de los Candidatos (I)

Es importante saber en qué creen los candidatos. Sin duda. Es importante saber en qué creen los candidatos. Sin duda. De ello dependen sus decisiones. Las que por fuerza nos afectarían al tomar el control del país....

9 de marzo, 2018

RHT

Es importante saber en qué creen los candidatos. Sin duda.

Es importante saber en qué creen los candidatos. Sin duda. De ello dependen sus decisiones. Las que por fuerza nos afectarían al tomar el control del país.

Las creencias de cada persona rigen su vida. De ahí la importancia de ellas. Todos los días tenemos un promedio de 60 mil pensamientos. El 75% de ellos son tóxicos. (Fuente: What to say when you talk to your self. New York: Pocket books, 1982, 20-21 Shad Helmstetrer).

Estos pensamientos nos enferman, nos contaminan, nos corrompen. ¿Cómo los controlan y en qué los centran? ¿En qué momento una persona se torna corrupta y se atreve a cometer los actos que todos repudiamos y de los que nos enteramos a diario?

Las personas cedemos o rechazamos nuestros pensamientos nocivos con base en nuestra moral, ética y religión. Depende de qué tan fuertes sean las convicciones que profesamos, el tratamiento que le demos. De una Sindéresis desarrollada.

Seguimos a Nietzsche, a Rousseau, a Jesús de Nazaret, a Gandhi, a Confucio o de plano a Paulo Coelho. Cada quién es libre de hacerlo. Pero, “todos seguimos o servimos a alguien”. Ya lo dijo el filósofo de la música, Bob Dylan.

Las creencias religiosas de AMLO, Anaya y Meade (estricto orden alfabético), muestra mucho de lo que cree cada uno. A mí me indica cómo sería una presidencia dirigida por cualquiera de ellos en un momento dado. A qué y a quién recurriría en caso de emergencias o graves problemas. Pero sobre todo, cómo se desarrollaría.

No ha sido frecuente que estas creencias se hagan públicas. En México se mantiene una separación entre religión y política. Como si se pudiera separar lo que uno cree de lo que uno realiza. Pero en fin. Apoyo la Separación de la Iglesia y el Estado y la libertad de creencias. ¿Qué creen los tres punteros?

SDP noticias, en su portal de Internet, ha publicado el 7 de marzo, un artículo de Aitor Luna, en el que muestra las creencias de éstas personas. Dice:

AMLO.

“Se define religiosamente como cristiano, “en la definición amplia de lo que significa el cristianismo”. Además, dijo: “Soy un seguidor de la vida y de la obra de Jesucristo. Porque Jesucristo luchó en su tiempo por los pobres, por los humildes”.

Esto lo ha dicho varias veces. Y al parecer siempre termina hablando de “los pobres”, en mi opinión, para “proteger” su creencia y dicho de los colaboradores antagónicos a su creencia, que en la izquierda que encabeza son muchos y deben de “chocar” con su creencia cristiana.

Anaya.

“El precandidato presidencial panista no se ha expresado públicamente sobre sus creencias o la religión que profesa…lo único relevante que sabemos por el momento es que es una persona que ambiciona el poder, según el diario El País de España…que Ricardo Anaya sea posiblemente ateo”.

Ser ateo no significa ser amoral, o antiético. Sin embargo, ¿en qué cree el joven Ricardo? ¿Qué lo frena? ¿Sus valores? Magnífico. ¿Pero de dónde surgen éstos?

¿Encajaría con lo que de público se sabe del “muchacho maravilla del PAN”?

Meade.

“En el cuarto día de su precampaña en el Estado de México se refirió a una tradición católica y dijo: “Hoy es el tercer domingo de adviento, es el día de la vela rosa y la vela rosa es sinónimo de alegría, el rosa es la alegría de las mujeres, el rosa es el entusiasmo de Nicolás Romero”.

Este pequeño detalle parecería indicar que es católico. O creyente. Pero no se sabe a ciencia cierta. Sólo Don Andrés ha dado una muestra más amplia de su creencia cristiana.

¿Será por ello que el partido Encuentro Social no tuvo empacho en aliarse con él? Tal vez así lo justificaron, pues que el partido se comporte de acuerdo a los valores cristianos que le atribuyen, bueno, esa es otra cosa y motivo de otra entrega.

Las creencias sí son importantísimas. Porque cómo la persona es, cómo piensa en su interior, dónde está lo que no vemos hasta que se muestra, es el Meollo del Asunto.

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