Cancelan la cuenta de Fox en Twitter

Muchas figuras de la oposición se sienten con la propiedad exclusiva de la libertad de expresión y del feminismo.

30 de noviembre, 2023

Israel Aparicio

El pasado 27 de noviembre la cuenta de X, antes Twitter, del expresidente Vicente Fox Quezada fue suspendida de la red, luego de verse envuelto en la polémica por sus mensajes misóginos contra Mariana Rodríguez, esposa del virtual candidato emecista, Samuel García. Las acostumbradas tempestades que desata el facho exmandatario son de especial trascendencia ya que desnuda las intenciones de la derecha con el clasismo, el racismo y la misoginia.

En los mensajes dedicados a Mariana Rodríguez, el guanajuatense la calificó como dama de compañía, en una terrible alusión que le valió una respuesta inmediata de la afectada, y una andanada de descalificaciones en la red social que fue adquirida por el magnate Elon Musk. Los desafortunados comentarios en X, no hubieran tenido mayor trascendencia, pues existen peores descalificaciones y mensajes de odio, ya cotidianos en esa red social, de no ser porque la tarde del lunes sorprendió a todos que la cuenta del expresidente aparecía como inexistente.

Las especulaciones no se hicieron esperar, sobre todo porque el mensaje en contra de la esposa de Samuel García, salpicó a Xóchitl Gálvez, la alicaída candidata presidencial del frente opositor (ahora rebautizado como fuerza y corazón por México) que debió deslindarse una vez más, de los dichos misóginos y clasistas que acostumbra verter con total torpeza, el que fuera su jefe político.

Con la nueva administración de X, antes Twitter, ya no es posible contactar a los directivos de la red social, para preguntar sobre cuestiones como la suspensión de la cuenta del exmandatario. Sumado a que desde las cuentas de Instagram y en un mensaje de Marta Sahagún se informó que en efecto la cuenta de Fox había sido afectada de forma malintencionada. Silenciado desde la red, o por un ataque hacker, o por decisión propia, la suspensión nunca quedó clara.

Ante los dichos y posicionamientos tan misóginos, racistas y clasistas del exmandatario, no fueron pocas las voces que pedían, curiosamente desde la oposición, silenciar al impresentable político de derecha, que hacía un enorme daño a la ya complicada candidatura de Gálvez. Como se recordará, Fox siempre fue un temerario que no disimula su ideología intolerante contra el oficialismo, además de tener un padecimiento patológico que le hace creerse aún instalado en la presidencia de la República.

Su desempeño en la red social es como si nunca hubiera salido del poder presidencial y se visualiza a sí mismo con los niveles de aceptación y credibilidad de los primeros años de su sexenio. No es casual que incluso durante los difíciles primeros meses del mandato del presidente estadounidense Donald Trump, Fox gustara de insultarlo y pretender encararlo fuera de los canales diplomáticos, en lo que se sabría después, no fue por un gesto nacionalista, sino por el vulgar pago monetario de una campaña que lo uso como figura polarizadora.

A el demócrata fallido de Fox, le importó poco las sanciones económicas que se prefiguraban contra el país, su actuar estaba destinado solamente para su beneficio personal. El primer presidente emanado de las filas de Acción Nacional es asiduo usuario de la aplicación que vende contenido de personalidades famosas. Saludos, felicitaciones por cumpleaños, o pequeños mensajes son realizados por el exmandatario que se vende como un influencer más de la red.

Con la cancelación de la pensión a expresidentes de la república, el exmandatario se vio obligado a buscar otros ingresos que según él, no le son suficientes. A diferencia de los sexenios colmados de corrupción y violencia de los expresidentes Enrique Peña y Felipe Calderón, para Fox no hubo una sola mención o crítica en contra de esos fallidos sexenios. Fue en el presente gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador, cuando el impresentable político derechoso, salió a divulgar bulos, noticias tergiversadas y a exhibirse sin pudor como un intolerante ultraderechista.

Si bien es cierto que por periodos el exmandatario panista es conminado a abstenerse de realizar sus mensajes incendiarios, se sabe que muchos personajes de las oligarquías económicas y políticas comulgan con sus dichos. El peso de Fox en la red social mencionada, no es el mismo que el de otros destacados oligarcas derechosos, que usan la red de forma persecutoria contra sus oponentes.

Basta mencionar que amparado en las increíbles resoluciones del TRIFE a favor de la libertad de expresión, el magnate evasor de impuestos, Ricardo Salinas Pliego, utiliza las redes sociales para amedrentar, acosar y ejercer la violencia política en razón de género contra todo quien ose criticarlo o evidenciarlo. La persecución sufrida por la senadora Citlalli Hernández es de dominio público, pero las instancias judiciales que deberían velar por sus derechos y protegerla del acoso, simplemente brillan por su ausencia.

El poder judicial seguirá siendo un mito genial sino da una resolución definitiva en el caso de los cuantiosos recursos tributarios que debe el magnate de los medios, pero sobre todo, si no es incluido en la lista de violentadores de género, ante lo evidente de sus mensajes de odio. Pero como se sabe, el temor a las represalias del oligarca en sus espacios televisivos, es lo que detiene a muchos políticos, autoridades y periodistas, de denunciar su actuar impune.

El TRIFE resolvió que los ataques misóginos no son realizados exclusivamente por el género masculino, pues la sanción que recibió la politóloga Denise Dresser, por los comentarios contra la diputada Andrea Chávez, merecieron que diera una disculpa pública, muy a regañadientes. Al igual que Fox, la politóloga cae en excesos cuando se trata de criticar y descalificar a otras mujeres con las que discrepa, pero omite en una acción deshonesta, el sumarse a la defensa de esas mismas mujeres, que como ella, padecen de la violencia política.

En su muy particular visión, cuando la politóloga critica al oficialismo ejerce la libertad de expresión y se abandera en el feminismo, pero si es ella la exhibida por sus misóginas, es simplemente violencia política en razón de género en su contra. En una incapacidad por ejercer la autocrítica, Fox, Dresser y muchas figuras de la oposición se sienten con la propiedad exclusiva de la libertad de expresión y del feminismo, sin detenerse a medir sus dichos incendiarios y llenos de odio que cancelan sus señalamientos críticos al ejercicio del poder.

La cancelación de la cuenta de X de Fox es apenas un accidente, dentro de un falso debate que se da en la red, pues ya no existe una conversación orgánica que en verdad retroalimente el debate de las ideas. Las granjas de bots y la polarización eran ya el común denominador en una sociedad enferma de los mensajes de odio de ambas partes, pero que en el caso de la oposición, ya muy poco se distingue de una agenda política cuasi fanatizada, del necesario disentir inteligente de la cosa pública.

El regreso de la cuenta del exmandatario parece ser cosa de tiempo, lo que no cambiará es ese sentido destructivo e irracional, de quien ya no le interesa el bien común, sino el impulso visceral de sus agendas muy cercanas al fascismo.

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