Ánimo

No es lo mismo tener éxito que ser exitoso. No es lo mismo tener éxito que ser exitoso. Vox peladis: “No es lo mismo mear que hacer espuma”. El éxito puede llegar de repente. Suele ser accidental....

5 de febrero, 2016

RHT

No es lo mismo tener éxito que ser exitoso.

Vox peladis: “No es lo mismo mear que hacer espuma”.

El éxito puede llegar de repente. Suele ser accidental.

Ser exitoso tiene su chiste. Implica tesón y dedicación. Sobre todo corazón caliente y cabeza fría. Pies en la tierra y una buena dosis de resiliencia. (Término extraído del inglés Resilience. Aportado por la física, dice la Madre: “Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido”.)

¿Quo Vadis? ¡Ahí voy…’pérenme!

Porque la vida es así, pude asomarme a la intimidad del hogar de Eduardo Ruiz Healy. (Aprovecho la ocasión para denunciar que fui “amenazado” por el interfecto, so pena de revelar la ubicación de su hogar). Pecata minuta. Dónde vive el señor, es lo de menos. ¡Cómo vive!, es lo demás. Se ve, se siente… el tipo lo ha logrado. Es uno de esos pocos de quien pudiera decirse que “ya la hizo” en la vida. ¿Será?

No me da envidia “de la mala”, sino envidia de “la buena” y de lo que yo más quisiera para mí.

No conozco pero intuyo por las que ha pasado. Pa’cabar pronto, la muerte de un hijo. Aberración contra–natura únicamente comparable con el infierno de los infiernos. Vivido ese trance y no volverse loco, demuestra el material de lo que está formado ese señor. Ni qué decir de la madre de ese hijo. Seguramente el cimiento y sostén de esa carga de pena.

(Y todavía tener que chutarnos las mmmm das punto com, vomitadas hasta la náusea sobre la “igualdad de género” ¡Guau! “Ladran Sancho”. Cuando fehacientes pruebas antropológicas sustentan quién es quién en la especie Humana. ¿El sexo débil? ¿Defenderlas de qué…? y ¡otorgarles! el qué… Me cae que no tienen madre los y las trepadoras y trepadores que se siguen trepando sobre los porcentajes y cuotas macho-feministas. ¡Carajo!)

Pero volvamos a Eduardo. Desde mis años mozos lo recuerdo en la radio. Tipo “mamón” y altanero. Criticón de todo y precursor de quienes comenzaron a echar de su ronco pecho en la radio “hablada”. Antítesis de “la muda”. De los primeros “boquiflojos” sobre el “Sistema” Web.Os.dot com. (Loa y respetuoso recuerdo a Gutierrez Vivó… lo hizo… lo inició).

Lo que el tipo –me refiero a Eduardo- tiene, es “congruencia” –estúpidamente confundida a veces con “coherencia”. ¡Hay tanto “coherente” sin “congruencia”! Y éste es “congruente” porque embona, “matcha” lo que piensa con lo que dice. Y comulga con lo que yo pienso: “Si eres capaz de decirlo, sé capaz de escribirlo y sé capaz de firmarlo”. Y “eso” ‘ta ka-be-erre-o-ene.

En accidental entrevista banquetera en el sillón de su sala –que les comparto en “exclusiva” a esta Gran, pero Gran comunidá- a Eduardo se le salió decir que el día que en Radio Fórmula le digan “abur” “ya verá a qué se dedica…” Seguramente se seguirá dedicando a lo mismo que siempre ha hecho: Ser “congruente”. Ser como es, y vivir como vive. ¡Qué sabroso se ha de sentir dormir a pierna suelta sin deberse a nadie!

Eduardo es un “apartidista” un “apersonalista”. Anti “ideologista” a favor de las “ideas”. Un irreverente que no dice las cosas como “le cuadran”, sino como las ve. “La neta” del comunicador. (Le propuse que me “pasara” una lana pa’ hablar bien de él en mi “prestigiada” columna, pero no me llegó al precio, por lo cual lo voy a ventanear. A ver si respeta la sacrosanta “libertá” de expresión es éste su propio espacio…

Es un abusón, acapara micrófonos. Defenestrador de los “invitados” a sus mesas de “diálogo” pa’ hacerlos cachos. Rotundo, inflexible. Su punto es su punto. Le da su barnizadita de tolerancia a los que no coinciden con él, pero termina engulléndoselos. Si entre los peces tuviese un símil, sería un tiburón. ¡Depredador por naturaleza! Eso sí, deja entrever que es abierto a diversos puntos de vista. ¡Mañoso! Nomás hay que analizar su “cortinilla”: “Si no está de acuerdo con Ruiz Healy, ¡dígaselo!” (Y aguántese la mentada o la exhibida). No tiene piedad. Animalis comunicatorum. Pa’cabar pronto, ¡es un cabrón! Lo digo y lo sostengo.

Pero más allá de todo, el tipo es “congruente”. No hay muchos de esos. Los hay acomodaticios, acomodados, acurrucados “de cucharita”. ¡Fuchi! Prefiero a los que te dicen las cosas –chuecas o torcidas- pero ¡de frente! Y “al chile” ¡Hasta hoy! –hoy por hoy- como dicen tantos iletrados muletilleros, Eduardo Ruiz Healy es “congruente”. Dios lo guarde. (Y si se puede, me pague una lana por tanto sobacazo ¿a poco no?. Porque “de que se puede, se puede”).

Aprovechando el reportaje y so pretexto del ágape en Ruiz Healy House, no está por demás mencionar a Madame Francine… (Cosa má’ grande caballero..) quien con respeto su muy respetable compañero de vida, no se qué hace editando la página de Ruiz Healy Times cuando debería estar concursando para Miss Universo. Si una Señora como ella ha de “censurarme”, ¡qué me censure la vida! Me dejó sin habla… ¡Y sin palabras!

Por lo pronto, público conocedor… no os deprimáis…

No se las “receto”. Se las comparto.

Si Eduardo Ruiz Healy, luego de lo vivido, tiene el ánimo para levantarse cada día y encontrarle una sonrisa a las tragedias de la vida, ¿tú porqué no?

¡ÁNIMO! ¿¡Qué más podemos pedirle a la vida!?