China abandona la política del hijo único, pero demasiado tarde

Hace unos días ocurrió uno de los cambios en la política de población más importantes y con mayores implicaciones a nivel internacional, el abandono de...

3 de noviembre, 2015

Hace unos días ocurrió uno de los cambios en la política de población más importantes y con mayores implicaciones a nivel internacional, el abandono de China a la política del hijo único.

La política del hijo único en China fue impuesta desde 1979, y consistía en prohibir que las familias chinas tuvieran más de un hijo, esto con la finalidad de contener el crecimiento de la población.

La decisión del gobierno chino de abandonar esa política obedece a las consecuencias tan preocupantes que ha traído para su país, y que ya comienzan a sentirse.

A pesar de que se calcula que se lograron evitar cerca de 400 millones de nacimientos durante los 35 años que duró vigente la política, existen consecuencias que arrojan un panorama difícil para China en los años por venir, particularmente en cuanto a la población económicamente activa, el exceso de ahorro y la desaceleración en el crecimiento de su mercado interno.

China hizo lo correcto al abandonar la política del hijo único, pero lo hizo demasiado tarde.

En China, la dinámica del crecimiento natural de la población fue alterada drásticamente con la política del hijo único. Esto tiene y tendrá consecuencias muy fuertes para ese país, sin importar que ya se haya revertido la política.

En China, la tasa de fertilidad se ha desacelerado drásticamente en los últimos veinte años; incluso esa desaceleración de la fertilidad supera a la de casi cualquier país europeo.

Según información del U.S. Census Bureau, en China, la tasa de fertilidad estimada en 1990 era de 2.2 nacimientos por mujer; para 1995 era de 1.8,  y desde el año 2000 es de 1.6 o menos. Esta tasa de crecimiento está muy por debajo de la tasa que tiene Estados Unidos, la cual es de poco más de dos nacimientos por mujer.

La desaceleración de la fertilidad ocasionará que China alcance su mayor población en 2026. En China la población venía creciendo más o menos en 100 millones de personas cada 20 años. En 1994 eran 1,200 millones de personas; 1,300 millones en 2006. Para 2026 serán 1,400 millones de personas y ese será el mayor número de habitantes que China tendrá en toda su historia.

De acuerdo con las últimas revisiones que ha hecho el Departamento de Censos de Estados Unidos, India será el país con más población en 2025. La tasa de crecimiento de la población en India es de 1.4%, casi el triple que la de China.

La diferencia de la tasa de crecimiento de la población entre China e India se explica por la diferencia tan grande de fertilidad entre estos dos países. En India la tasa de fertilidad es de 2.7 y en China, se estima en 1.4.

Una de las consecuencias más serias de que China haya visto caer su tasa de fertilidad es que el número de personas que se suman a la fuerza laboral ya alcanzó el pico más alto de su historia en 2010, cuando se contaron 124 millones de personas en edad de 20 a 24 años en la fuerza laboral.

Mientras tanto, la India tendrá ese pico hasta 2024, contabilizando 116 millones de personas entre 20 y 24 años en su fuerza laboral, para después ir disminuyendo gradualmente.

Nunca más China tendrá una población total mayor que en 2026, y eso significa que nunca más ese país tendrá el mismo número de personas en edad laboral. De hecho, la población joven en edad laboral en 2026 será menor que la que se tiene actualmente, a pesar de que tendrá una población total mayor.

Se estima que en los próximos veinte años, China va a perder poco más de 100 millones de jóvenes en edad laboral y el mayor porcentaje de su base laboral irá migrando hacia trabajadores de mayor edad, los cuales mantienen una producción per cápita menor y absorben con menos facilidad los cambios en la tecnología.

En opinión de Daniel Goodkind, demógrafo del Departamento de Censos de Estados Unidos, las consecuencias de la afectación en China a la tasa natural de crecimiento de la población, afectará el crecimiento económico y la competitividad de China en las próximas cuatro décadas.

En armonía con la opinión de Daniel Goodkind, muchos economistas creen que esto será una de las razones por las cuales el ascenso de China como el país que dictará el concierto económico próximamente (desbancando a Estados Unidos), no puede ser más que un mito.

El acelerado envejecimiento de la población en China hará que en los próximos años ese país experimente una desaceleración en el crecimiento económico. Tal vez hemos estado ya viendo esa desaceleración desde 2014 y es muy plausible que esto continúe así, según la opinión de muchos economistas.

Adicional al envejecimiento de la población, el paralelo aumento en la esperanza de vida y la carencia de una red de seguridad social, continuará forzando a muchas familias a mantener elevados niveles de ahorro, lo cual podría ralentizar la actividad económica al detener el crecimiento de su mercado interno.

La carga de la manutención de los padres viejos es una presión muy fuerte para los hijos chinos jóvenes en las zonas urbanas. Mientras que en países como México o la India esa carga tiende a repartirse entre varios hijos, en China, tiende a recaer en una sola persona. ¿Cuál es la implicación de esto? Una clase media joven en China con una carga financiera mayor que la de otros países, lo cual incrementa aún más el ahorro interno.

Si bien el consumo en China ha ido creciendo en términos absolutos, como porcentaje del ingreso lleva ya algunos años cayendo. A esto se suma que buena parte del consumo chino se da en inmuebles que se venden en un mercado con sobreoferta, por lo que esas inversiones no se rentabilizan con facilidad.

Por si fuera poco todo lo anterior, cada vez una mayor parte de la población educada en China está migrando a los Estados Unidos. Los nuevos migrantes en Estados Unidos cada vez son más de raza asiática, desbancando a México y América Latina.

Según el Departamento de Censos de Estados Unidos, en el año 2000 la población foránea de los Estados Unidos pero que un año antes había vivido en América Latina era 46.8%, mientras que para Asia era de 27.7%. Para 2013 esto se revirtíó: Asia tenía el 47.1% y América Latina el 29.5%.

Conclusiones

A pesar del abandono de la política del hijo único, China enfrenta serios desafíos por haber adoptado esa política hace 35 años. El hecho demuestra que las alteraciones a un sistema tan complejo pueden producir resultados indeseables.

Por otro lado, el dar reversa a los nacimientos únicos, no garantiza que esas presiones vayan a desaparecer o que vaya a ser fácil atacar.

De hecho, la nueva política de población recientemente anunciada no ha hecho sino aumentar el número permitido de hijos sino a dos por pareja, lo cual demuestra que el problema de fondo persiste: un estado que trata de establecer un control casi obsesivo en cuanto a las decisiones que en los países democráticos le atañe exclusivamente a las personas.

Todo parece indicar que China no será el nuevo imperio económico a partir del segundo cuarto de este siglo. El enorme tamaño de su economía es reflejo del enorme tamaño de su población, pero el ingreso por habitante, el que realmente importa, cada vez tiene más obstáculos para alcanzar el nivel de un país desarrollado.

Posiblemente algo que ayude mucho frente a los desafíos de China será algo que ha hecho muy bien, seguir incrementando el nivel educativo de su población y promover la calidad educativa de excelencia como motor para el desarrollo.

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Fuentes

http://www.census.gov/en.html

https://www.census.gov/newsroom/releases/archives/international_population/cb09-191.html?cssp=SERP

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