La Revolución de los Drones

Un dron es un vehículo aéreo no tripulado. Tienen un origen militar y eran usados básicamente como herramientas de vigilancia y espionaje, y también como… Un dron es un vehículo aéreo no tripulado. Tienen un origen militar...

17 de noviembre, 2015

RHT

Un dron es un vehículo aéreo no tripulado. Tienen un origen militar y eran usados básicamente como herramientas de vigilancia y espionaje, y también como…

Un dron es un vehículo aéreo no tripulado. Tienen un origen militar y eran usados básicamente como herramientas de vigilancia y espionaje, y también como armas de destrucción. Debido a los avances tecnológicos que han mejorado su maniobrabilidad, desempeño, autonomía, tamaño y precios, los drones son cada vez más usados para actividades civiles.

El día de hoy los usos de los drones son de los más variados, desde conservar sus usos militares y de vigilancia estratégica hasta usos productivos y comerciales. A estos artefactos se les equipa con cámaras, GPS y diversos sensores.

Los drones son manejados a través de control remoto o por medio de aplicaciones hechas a la medida para celulares inteligentes y tabletas.

También han traído consigo varios cuestionamientos sobre las especificaciones para que su utilización sea segura y el uso de los espacios aéreos para su tráfico sin riegos.

De lo que no hay duda es que estamos inmersos en la gran revolución de los drones. Sus aplicaciones ya son muy diversas, entre las principales destacan:

Transmisiones especiales de eventos y espectáculos. Los drones equipados con potentes cámaras de grabación nos permiten tener imágenes inéditas de los eventos y espectáculos. Su uso se demostró en el pasado Mundial de Futbol en Brasil 2014, donde nos regalaron impresionantes tomas áreas de los juegos. Pero también sirven para trasmitir desfiles o protestas sociales.
Vigilancia de ciudades. Cada vez es más común en las grandes ciudades la utilización de drones para complementar el trabajo de las cámaras de vigilancia tradicionales puestas en los postes. Esta nueva tecnológica permite tener acceso a tomas variadas y flexibles para reforzar las tareas de seguridad pública.
Actividades delictivas de alta peligrosidad. Primero fueron los aviones no tripulados para la vigilancia área contra la delincuencia organizada. Ello permitió tener información de movimientos en carreteras y caminos aislados. Ahora con los drones las autoridades policiacas pueden tener acceso a información de comportamientos tácticos en áreas más precisas.
Casos de desastres. Cada vez son más útiles sus aplicaciones para localizar personas y llevar artículos básicos en casos de desastres, donde las condiciones de los terrenos impiden la entrada de vehículos o de personas. La velocidad de los drones permite recorrer áreas enormes en muy poco tiempo. Permitiendo llevar la ayuda necesaria, traslado de sangre o evaluar la ayuda necesaria en la zona o la forma de arribo al lugar.
Búsqueda de personas. La capacidad de vuelo autónomo y de llevar consigo cámaras de alta definición y calidad que pueden transmitir en tiempo real, permiten que los drones sean una magnífica herramienta para la búsqueda de personas extraviadas en zonas de difícil acceso.
Monitoreo de cultivos. Los drones han resultado de gran utilidad para vigilar los cultivos, tanto en aspectos de humedad y temperatura, así como para detectar a tiempo plagas y malezas.
Entrega de mensajería y paquetes. Este tal vez es el uso más comercial que se daría a los drones y podría revolucionar la entregas en casa. Actualmente se usan para entregas en Rusia e Israel.

Sin embargo, los drones todavía tienen batallas que librar para su uso extendido. En Estados Unidos hay limitaciones importantes en la legislación que no considera actualmente el uso y tráfico de los drones. Hay un debate importante sobre las reglas para su uso comercial.

En México, el pasado 8 de abril de este año la SCT dio a conocer una circular que establece que los drones sólo pueden ser operadas durante el día, en áreas no clasificadas como prohibidas, restringidas o peligrosas, y al menos a 9.2 kilómetros de los aeropuertos controlados, a 3.7 kilómetros de los aeródromos no controlados, y a 900 metros de los helipuertos, y no deben dejar caer objetos que puedan causar daños a personas o bienes.

Lo cierto que los drones van a revolucionar muchos aspectos de la vida diaria en los próximos años y va a desatar complejas discusiones de sus usos y controles. Hay que esperar entonces más noticias y cambios.

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