El justo medio…

Laura le hizo la parada al taxista, éste se detuvo inmediatamente y le preguntó a dónde iba. Laura le hizo la parada al taxista, éste se detuvo inmediatamente y le preguntó a dónde iba. Se pusieron de...

9 de febrero, 2016

RHT

Laura le hizo la parada al taxista, éste se detuvo inmediatamente y le preguntó a dónde iba.

Laura le hizo la parada al taxista, éste se detuvo inmediatamente y le preguntó a dónde iba. Se pusieron de acuerdo en el precio y ella se subió. Los compañeros del taxista le gritaban por qué se llevaba el pasaje. El señor sólo sonrió y le comentó a su pasajera que así se llevaban.

Ya en la plática el taxista se quejó de la situación del País. Laura sólo escuchaba, aun cuando no estaba de acuerdo en toda la exposición de los hechos.

— Todo está mal por culpa del gobierno. A cada rato reparte placas y ya somos muchos y los mismos clientes. Además están las placas de ruta, que también cada vez son más ¿Entonces qué nos van a dejar a nosotros?, ya no vamos a tener pasaje.

— Cuando me subí, usted se rio de sus compañeros y me dijo que el pasajero tenía derecho de ir con quien él quisiera, ¿no es así?

— Sí, señorita, en eso tiene usted razón.

— Entonces, ¿no cree que todos tienen derecho a la posibilidad trabajar?

— Sí, pero la culpa la tiene el gobierno por repartir tantas placas.

— Bueno, ahí si no sé cómo es ese trámite, pero si nadie quisiera competencia, imagínese, sólo existirían los primeros taxistas, los primeros super´s, abría una central de abastos, una zapatería, un restaurante y así…

— Si, señorita, pero eso es diferente. Está bien que haya muchas tiendas. Pero aquí ya somos muchos taxistas…

Laura se dio cuenta que cada quien tiene una posición y a veces es difícil cambiar. Además pensó:

— Todos tenemos derecho a tener nuestra propia opinión, es parte de la democracia y de la diversidad.

Un elemento importante para todo ser humano es la información. Para tener una opinión fundamentada, en beneficio de nosotros mismos, es necesario conocer el tema que nos interese y no quedarnos sólo con la información que nos proporcionen las personas interesadas, porque al final de cuentas ellas son juez y parte.

Cuando creemos algo buscamos aquella información que tiende a confirmar nuestra posición, es una tendencia natural. Entonces terminamos llenándonos de información repetida, reforzando nuestra idea original.

— Mire señorita, el gobierno tiene la culpa, ya nos quitó también nuestros derechos del sindicato.

— ¿Y cómo es eso?

— Siii, ya no tenemos los mismo derechos, el sindicato ya no sirve para nada…

Un buen ejercicio es buscar la información contraria a nuestra postura y contrastar con otros enfoques nuestro tema.

Este ejercicio es básico para mejorar nuestra opinión sobre todos los aspectos del tema, más aún cuando de dicha información depende nuestro trabajo y el futuro de la familia. Así las decisiones que se tomen serán lo mejor para nosotros mismos.

Así como todos tenemos derecho a expresarnos, a trabajar, a ser libres, también tenemos nuestra parte de responsabilidad. Desde nuestra cotidianidad es importante ejercer las acciones que puedan hacer mejor nuestra vida y por ese hecho, mejorar nuestra sociedad.

Laura se bajó del auto y se despidió:

— Que le vaya bien señor, buena tarde.

Le toca a cada quién, desde sus conocimientos, vivencias, circunstancias, creencias y desde su razón de ser: Observar su nivel de compromiso consigo mismo y con los demás…

Nadie es bueno ni malo, sólo diferente. Cada quien espera que las cosas se resuelvan para su beneficio, lo cual es lógico, sólo falta la contraparte, el otro también tiene derecho a tener una vida satisfactoria.

En cada acción habrá de comprobarse si ésta no afecta los intereses y la vida de otros:

-¿Cómo dimensionar los problemas en su justo medio?

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