Que se queme tu casa

El precio de las gasolinas puede ser inalcanzable para la mayoría. El precio de las gasolinas puede ser inalcanzable para la mayoría. Se impidió la salida de las pipas tanque y se detuvo la distribución de la...

12 de enero, 2017

RHT

El precio de las gasolinas puede ser inalcanzable para la mayoría.

El precio de las gasolinas puede ser inalcanzable para la mayoría. Se impidió la salida de las pipas tanque y se detuvo la distribución de la gasolina. Los expendedores se quedaron sin trabajo por unos días. La gente, en Tijuana malgastó la poca gasolina que tenía en los tanques de sus automóviles para hacer una línea de hasta tres horas para llenarlo en California. Hubo conflictos de todo tipo y las manifestaciones se tornaron violentas en muchos de los casos.

Los manifestantes que caminaron y se apostaron en las calles, dejaron su auto estacionado o llegaron en bicicletas, los mismos, y a pesar de no aceptar el gasolinazo, ya están formados en zona mexicana abasteciendo sus vehículos de litros que no son de litro y con gasolina que no rinde los 200 pesos que le pusieron.

¿En dónde, y a qué hora termina la manifestación y el descontento? ¿A la hora que se anuncia que ya hay gasolina en casi todas las distribuidoras?

El País, cerró el monedero del gobierno por un par de días, cierre que se abrió al momento en que las pipas reiniciaron la distribución y con cada litro comprado, al gobierno se le hace agua la boca. ¿Cómo se puede entonces, obligar a quien corresponda, a que revierta el gasolinazo?

¿No comprar gasolina?, las distancias en cualquier ciudad requieren de un automotor, no es fácil, ni hay tiempo de llegar caminando o en bicicleta a cualquier lugar, ni el clima y mucho menos las calles ayudan para que esto sea posible, ya se acostumbrarán y volverán a quedarse callados. -Esto lo debe estar pensando el gobierno y sabían, los que votaron por el sí, al alza, que después del anuncio del incremento, habría protestas y que, como en todo, la costumbre llega, acalla las voces y la vida continúa, a pesar de todo.

Y ¿qué nos queda? Peña Nieto, montado en la esfera de la impunidad, sabe que esto, como todo lo demás, pasará y su gobierno podrá tranquilamente seguir avanzando en la costumbre de la corrupción, dejando a la población bajo su pie, consumiendo un producto obligado, así, el país sigue su marcha sin importar el precio que se tenga que pagar.

“Las decisiones las tomo yo” dijo Peña, en una reunión con su gabinete el 6 de abril de 2016, dato que proporciona Salvador García Soto en su columna, Serpientes y Escaleras, de El Universal, 18 abril 2016. Yo soy el único que puede tomar decisiones

De haberle subido el precio a otra cosa que no tuviera mayor importancia en la vida de los ciudadanos, la economía de su gobierno no habría tenido ningún impacto y es literalmente, la gasolina lo que mueve al país.

En la frontera con Estados Unidos, la mayoría opta por cargar gasolina en California y Texas, esto le reduce recaudación de impuestos al gobierno federal, debe ser significativo ese ingreso que les falta y quizá sea esta la razón por la que, en muchos aspectos nos sabemos olvidados de la federación.

En la Frontera, vamos “al otro lado” por conveniencia, por cercanía y por economía, no es con intención de causarle daños a nadie. Con protestas o sin ellas, la Frontera Norte funciona casi sola de la mano del vecino que ha sido más parte nosotros que el gobierno que nos aplasta y puede, con certeza la comunidad fronteriza, si se une, ser una potencia que impacte mucho más fuerte el bolsillo de los funcionarios públicos, de todos.

Por otro lado, ¿Le conviene también a Peña, que Trump cumpla con sus amenazas? Seguramente, porque se reduciría el ingreso de paisanos a Estados Unidos y entonces sí, no habrá protesta efectiva y todo lo que hagamos en la frontera será completa e inminentemente en beneficio para México, que no sería malo si el gobierno fuera otro. Compleja situación se avecina para el mundo y sobre todo para ésta esquina, al menos los primeros días o meses de gobierno de Trump, serán caóticos para nosotros de muchas formas y de cruzar para cargar gasolina, ni hablar, atacados por partida doble.

Ya para el día de hoy, con seguridad la tormenta estará pasado, la gente estará acostumbrándose al nuevo precio de la gasolina local, al nuevo atolladero y como siempre, los ocupantes de las sillas en el poder estarán lamiéndose los bigotes mientras nosotros, tratamos de curarnos las heridas comprando combustible caro…si es que hay, porque acaban de dejar a Tijuana y a Tecate fuera del pacto de subsidio para gasolina.

La salud es para el ser humano, lo que la gasolina es para el gobierno. Es por esto que Peña Nieto advirtió que, de no subir el precio de la gasolina, se tendrían que reducir, entre otras cosas, el apoyo para las instituciones de salud pública, en pocas palabras, o se quedan enfermos ustedes, o se agrava mi gobierno. Y, “de que se queme tu casa, a que se queme la mía…”

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