¿A quién beneficia linchar al Presidente?

El nuevo deporte nacional es linchar al Presidente, sin embargo para efectos del análisis hay que diferenciar entre: la persona que ostenta el cargo, la… El nuevo deporte nacional es linchar al Presidente, sin embargo para efectos...

27 de septiembre, 2016
penanieto

El nuevo deporte nacional es linchar al Presidente, sin embargo para efectos del análisis hay que diferenciar entre: la persona que ostenta el cargo, la…

El nuevo deporte nacional es linchar al Presidente, sin embargo para efectos del análisis hay que diferenciar entre: la persona que ostenta el cargo, la investidura y la institución presidencial.

Todo jefe de Estado está sujeto a la crítica, lo que es no sólo deseable, sino uno de los valores principales de los regímenes democráticos. La crítica es un elemento que motiva por un lado a la conciencia ciudadana y por el otro, un parámetro para calificar y juzgar el desempeño del Gobierno.

Lo lógico es que las fuerzas opositoras encabecen y encaucen los reproches, es parte esencial de su función, implica una herramienta de contraste tanto como de su propia proyección electoral.

En nuestro país, esta tendencia se ha transformado de un ejercicio de la libertad de expresión y de la pluralidad en una catarsis que se adereza de un lenguaje que privilegia la agresión, como si ese fuera el fin.

No se pretende establecer una defensa de Enrique Peña Nieto, mucho menos de omitir sus errores o ser complaciente con ellos, los ha cometido y algunos han sido muy graves.

Pero eso no puede ser un argumento válido, para defenestrar nuestro marco institucional, para romper los estándares de nuestra convivencia, eso es anárquico y a nadie beneficia realmente, ni siquiera a sus rivales políticos.

Esto es porque no se atenta contra el individuo solamente, porque se hace evidente que muy aparte del margen que se refiere a la competencia electoral, hay otros factores que inciden en esta dinámica.

Los insultos no cambian nada, no son argumentos para corregir una falla, de hecho son un contrasentido, porque mediante éstos se objeta, lo mismo que se increpa.

Dado el alto grado de desilusión colectiva que la sociedad siente por la clase política sin distingo de su pertenencia partidaria, la posibilidad que no es un derecho -porque atenta contra otro- de manifestar descontento en las redes sociales y no en las urnas promoviendo el odio, es un desahogo.

Si éste se desarrolla por medio de la agresión, no se está planteando un diálogo sino un monólogo, no se está negociando nada. Lo que resulta es la imposición de criterios dogmáticos y esa no puede ser la forma de arreglar las diferencias, ya que suprime la discusión y convierte el debate en coerción, sin que exista facultad alguna para otorgar la razón de ningún lado.

Privilegiar este trazado de reyerta, que se extiende más allá de insultar al mandatario y se vuelve un método generalizado, está modificando valores culturales, porque las nuevas generaciones se están educando con ese patrón.

Lo preocupante es el radicalismo que está en camino de erigirse, si no es que ya lo es, en una dictadura de la conducta, una especie de estado autoritario, en el cual está prohibido pensar diferente. 

Todavía no es posible identificar con certeza cuando los ataques, más que las críticas son genuinos, espontáneos o lanzados deliberadamente por grupos o personas con una segunda intención.

No es un tema de mayorías o minorías, sino simplemente un vínculo de comunicación, que en teoría debería ser una extraordinaria ventana para la denuncia, para la queja orientada, pero que ahora más que esas vertientes o corrientes de pensamiento lo que se favorece son reacciones, algunas de corte fanático.

Para estos fines las redes sociales no son espacios de negociación, son tribunales donde se sentencia y castiga de manera inmediata, donde el valor probatorio de las denuncias, no se investiga ni contrasta, donde se pone al rumor en el mismo nivel de la evidencia.

Precisamente por ello se hace evidente que existan corrientes muy interesadas en la difusión de rumores por esa vía, para confundir y arremeter, porque desafortunadamente el público receptor no está discriminándolos, sin separarlos por su veracidad o falsedad.

Esto no beneficia a nadie, ni siquiera a los mas radicales, aquellos que buscan una ganancia en la desestabilización de un sistema de coexistencia, porque finalmente aun logrando su objetivo primario, lo único que se obtiene es el desorden.

Las sociedades deben regirse por el orden, el que ellas mismas escojan, pero orden al fin, de otra forma las opciones que quedan son la anarquía o el totalitarismo.

Lo que tendría que llevar a preguntarnos quién se está beneficiando realmente de ello, quién gana y quién pierde, aunque eso no sea tan estricto o simple en toda su extensión.

Porque finalmente la gran mayoría de los usuarios de estas plataformas, receptores o activos, somos parte de un universo, que se contabiliza no sólo para fines estadísticos, sino de tendencia y quienes obtienen la utilidad son los agitadores y los arbitrarios, no los plurales, ni los demócratas.

Defenestrar, por muy atractivo que resulte, es un medio para algunos pero no un fin para todos, es una muestra de descomposición, en la que lo que se pierde son los valores y el respeto.

Comentarios


Narcisismo y poder

El narcisismo es un trastorno de la personalidad en el cual una persona tiene un excesivo sentido de superioridad, de modo que...

marzo 1, 2024




Más de categoría

Narcisismo y poder

El narcisismo es un trastorno de la personalidad en el cual una persona tiene un excesivo sentido de superioridad,...

marzo 1, 2024
¿Consolidará México su democracia o revertirá al autoritarismo? - Eduardo Ruiz-Healy Times

¿Consolidará México su democracia o revertirá al autoritarismo? - Eduardo Ruiz-Healy Times

Fragmento de la emisión del miércoles 17 de enero del 2024 Sígueme en mis redes sociales: Facebook:   / eruizhealy   Instagram:...

enero 19, 2024
La educación pública nos ayuda a vivir más años

La educación pública nos ayuda a vivir más años

En todos los estudios que han analizado la relación entre la salud, la esperanza de vida y factores socioeconómicos,...

enero 12, 2024

2024: año de la democracia en América; México como protagonista

En 2024 México enfrenta una elección que no solo determinará su futuro inmediato, sino que también podría influir significativamente...

enero 12, 2024