La relatividad en el proceso electoral o Groundhog Day sin Bill Murray

La eterna campaña de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) está cambiando la percepción del tiempo (electoral)...

28 de marzo, 2017

Jaime Guerrero Vázquez

La eterna campaña de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) está cambiando la percepción del tiempo (electoral) de sus posibles oponentes. Un día sí y otro también, López hace campaña, a veces tan descaradamente que cabe preguntarse si ya le están armando su expediente de actos anticipados de campaña. Esta intensidad es la que ha hecho saltar a Margarita Zavala y urgir a su partido a contar con un candidato. De hecho, así lo pidió: que el PAN realice “a tiempo” la selección de su candidato porque López es el único que hay y “lo está aprovechando” (Milenio, 24-III-17).

La “urgencia” también lleva cola: busca presionar a Ricardo Anaya para que deje la dirección partidaria y se lance a tratar de conseguir la candidatura. Es posible que, con Anaya fuera, mejoren las condiciones de Zavala al interior de su organización. Como respuesta, el PAN notificó que inició una consulta entre su militancia para conocer su opinión sobre el proceso electoral federal de 2018. De acuerdo con esta consulta, se especifican cuatro métodos para seleccionar al candidato: acuerdo de los liderazgos (¿dedazo disimulado?), elección interna, elección abierta a la ciudadanía y encuestas de opinión. (El Universal, 26-III-17)

Un tercer aspirante a la candidatura, también con el tiempo perdido y sin Proust, Rafael Moreno Valle, decidió contestar a Zavala. En un evento en Tlaxcala señaló que no existe la “presidencia plurinominal”, en clara referencia al hecho de que la ex primera dama sólo ha ocupado cargos por esa vía. (Milenio, 26-III-17)

No sólo los panistas andan acelerados por el activismo de AMLO. También el ingeniero Cárdenas y su organización Por México Hoy salieron al escenario nacional. Cárdenas se comporta como si López no existiera y él conservara el mismo prestigio que ganó en 1988 y que dilapidó a lo largo de una década. Aclara que su propuesta no es plataforma para ningún candidato, pero que apoyará a los candidatos que adopten su programa. Cualquier parecido con un grito lastimero es coincidencia (El Universal, 26-III-17). Y hablando de lastimeros, en el evento, el ingeniero por excelencia estuvo acompañado de Alejandro Encinas, Porfirio Muñoz Ledo, Javier Sicilia y hasta Miguel Ángel Mancera, quien adelantó su respaldo a Cárdenas porque “es hombre de convicciones” (también Hitler, Stalin y Díaz Ordaz lo eran). La sorpresa es que hasta Margarita Zavala se declaró dispuesta a revisar el plan de Cárdenas (¿cómo iba aquello del clavo ardiente?). A veces da la impresión de que el único que se toma en serio la política es AMLO.

Falta más de un año para las elecciones, pero López ya ocasionó, como en 2006 y 2012, una fractura en el tiempo y a los aspirantes se les hace tarde para lanzarse a una campaña. Se olvidan que este escenario está repetido con el tabasqueño haciendo campaña y teniendo el primer lugar. En ambas ocasiones perdió. Por supuesto, esto no quiere decir que está condenado a repetir una y otra vez el día de su derrota, pero el hecho es que López Obrador está haciendo prácticamente las mismas cosas que antes. Básicamente, tratar de convencernos que es imbatible.

Todo parece indicar que el PRI perderá, pero al menos no parece desesperado por encontrar un candidato. Esta actitud puede deberse a la seguridad de su poderío o al hecho de que está viviendo una parálisis en cuanto al método para procesar una candidatura fuerte y unitaria.

Comentarios