Las tortillas que vuelan…

No hay nada más doloroso y que cause más enojo que tener hambre: Por eso la importancia del maíz. Pocas cosas menos importantes que el maíz, la parte más valiosa de la alimentación de los mexicanos.

17 de diciembre, 2021

Ángelo Tirado Pazos

Las organizaciones productoras más importantes de maíz en Sinaloa y Sonora han acordado “arrimarse” al gobierno federal a través de los canales correspondientes para “promover” por decirlo de manera amable, un nuevo incremento al precio del maíz hecho en México.

Sinaloa, Sonora y Veracruz son los actores relevantes del abasto nacional de maíz con 75%, 10% y 5% de la producción estimada en el 2021.

El acceso a los fertilizantes, la pandemia, el aumento del precio internacional y los combustibles por las nubes son variables que afectan esta “presunta” escalada al precio por tonelada nacional que hoy se compra entre 4200 y 5000 pesos actuales dependiendo el “apuro”. El efecto más importante del maíz se observa en la tortilla en donde el precio va que vuela en 2021 desde unos 12.00-13.50 pesos en enero a 18-22 pesos al cierre de noviembre con un incremento real del 39.3%. en tan solo estos 12 meses.

La base del progresismo de izquierda debe ser abatir la pobreza, el frío y el hambre si no sería un fracaso como oferta política. Si los mexicanos no pueden comprar maíz o frijol, es seguro que no van aceptar vivir del puro chile y de la sal sin tortillas. El maíz es pues fundamental por ser “actor” de la felicidad de los mexicanos al menos en el autoconsumo del campo y de las clases más pobres.

Estamos lejos de un escenario con falta de acceso al maíz ya que tenemos dólares caros con los que podemos importarlo si es que nos hace falta, pero eso afectará el precio como ha sucedido con la carne de res y de otros alimentos.

En 2021 la producción mundial de maíz se estima en 1186 millones de toneladas donde EEUU aporta 361, China y Brasil se calculan producciones de 261 y 87 millones de toneladas, respectivamente. Sin contar a México esos tres países aportan 63.9% de la producción mundial del grano, que tendrá un incremento del 5-6%. En México nuestro volumen de producción (28.5 millones) se estima 2.6% mayor que el ciclo anterior.

Aunque siempre existe la “escasez” especulativa en el último cuarto del año la que presiona los incrementos del precio de la tortilla. Con los 7.3% de inflación y si solo producimos exactamente 28 millones de toneladas que consumimos y que son 195 kg per cápita, y en donde cada mexicano en algunos casos se gasta el 20% de su ingreso en este insumo; si no producimos excedentes no podrán bajarse o contenerse los precios.

Además, requerimos maíz para otros alimentos pecuarios, los endulzantes y otros derivados requeridos por la producción nacional y en ciertas industrias como el dulce o los refrescos es indispensable, tampoco podemos. a como están las cosas, aumentar las exportaciones o permitir una “baja de producción” como la esperada para 2022 en México y en Brasil.

Sin estímulos a la producción, también podría suceder que los productores e intermediarios decidan exportar su maíz y lo coloquen a precio internacional. Ya vimos que pasó con el neoliberalismo cuando se privilegian los dólares y el mercado foráneo; está el ejemplo de la carne de res que ha subido 35-40% su precio alejando este insumo del consumo nacional por lo pronto, eso sí, generando impuestos y divisas, pero quitando salud, felicidad y bienestar a los mexicanos.

Nuestras reservas de maíz no son muchas si acaso, nos sobrarán en el mejor momento 8 millones de toneladas para apoyar un precio estable. Eso nos pone en la puerta de un riesgo inflacionario: Si la producción cayera en Sinaloa y Sonora que aportan el 85% del maíz el precio se dispararía hacia un aumento de entre el 20% y 30% por tonelada y la tortilla llegaría fácilmente a los 27 pesos en un “tris-tras”.

Por hoy los productores proponen en este momento un nuevo precio de 6500 pesos por tonelada. La oportunidad para el Estado es no dejarnos con ese puro chile y sal, necesitamos tortillas a buen precio y por ello se debe apoyar y reactivar el campo en al menos maíz y los otros granos que son los alimentos básicos de pollos, gallinas y cerdos.

Hay que ponerse las pilas hay que ofrecer garantías para que llegue el fertilizante y los créditos al campo no podemos dejar de producir maíz y los comales mexicanos no pueden calentar puro chile.

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